Financiación bien atada
Los problemas financieros de una startup son distintos de los de una pyme. El principal riesgo al que se enfrenta: entrar en una situación de insolvencia antes de demostrar que su producto funciona.
En los primeros momentos de la vida de una startup, todo gira en torno a la financiación que se consigue, tanto propia como ajena, salvo que sea una empresa de servicios. A poco que tengas que hacer inversiones, o pasar un tiempo sin recibir ingresos, todo se mueve alrededor de cuánto dinero eres capaz de conseguir.
Liquidez para atraer fondos
Puedes empezar a entregar servicios a terceros, mientras consigues liquidez para seguir desarrollando tu producto.
El plan estratégico es lo que puedes hacer con el dinero que tienes, no lo que tú quieres hacer.
Cuidado con la masa crítica
Define adecuadamente cómo conseguirás la masa crítica que tu modelo de negocio necesita, es probable que tengas que hacer modificaciones a tu modelo de negocio porque para alcanzar la masa crítica requieras más inversión de la que actualmente tienes.
¿Cuánto pides y para qué?
Si no puedes financiarte con fondos propios, prestando servicios o desarrollando productos para terceros, y necesitas una inyección externa, tienes que ser consciente de que cualquier decisión tomada (tamaño de la ronda, timing de la ronda, fuente de la ronda…) tiene una importancia fundamental. Cuando buscas una ronda tienes que tener claro el modelo de negocio, cuál es tu presupuesto anual y cuánto vas a necesitar para hacer eso que dices que vas a hacer en los diferentes hitos. Si necesitas equis, lo razonable es pedir equis más un 30%, de forma que tengas un margen de maniobra a la hora de ponerte con una segunda ronda de financiación. Siempre se demora, y si llegas a una ronda sin cash, o te quedas sin liquidez o tienes que negociar con poca fuerza la siguiente ronda, tendrás que pedir más dinero del que necesitas.
Indicadores para rondas
Para un inversor, que un negocio genere caja ya desde antes no es sólo bueno en si mismo (aunque la caja suele ser pequeña), sino porque demuestra que se va a obtener más dinero después porque se ha conseguido caja. Esto va a permitir más financiación. Las empresas que crecen así, siempre necesitan dinero. Si ya generas caja, da confianza a tus inversores, primero a uno, luego a un segundo, luego a un tercero. Es una cuestión de confianza.
Otras fuentes
No todas las startups, por la naturaleza de su mercado y producto, tienen acceso a este tipo de financiación cuando lo necesitan. Otra opción es recurrir a lo que se conoce como la ley de las tres FFF (Family, Friends and Fools) Familia, amigos e incautos que quieran invertir en tu negocio.
Nota: El artículo ha sido basado en la revista Española Emprendedores
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